Recuerdo mis clases de carpintería en la escuela secundaria, cuando el maestro decía: “entre menos clavos y resanador tenga un mueble, es mejor”. En la fotografía sería: “entre menos retoque y edición, lleve una foto, es mejor”. Con esto me refiero a que debes cuidar los detalles que estén en tus manos, tales como llevar ropa planchada, rasurar la pancita, estar al pendiente de tu maquillaje y peinado, entre otros.
En mi propia experiencia cuando estoy retocando una foto y ya he dedicado demasiado tiempo a algún detalle en particular, como ropa muy arrugada, o cabello despeinado, puedo prestar menos atención a otros detalles de la foto. El tiempo dedicado a retocar cada foto es limitado. Entre mejor salgan las imágenes desde la cámara, el fotógrafo podrá enfocarse en aplicar sus conocimientos de retoque en los aspectos que resalten la belleza de la fotografía.